miércoles, diciembre 13, 2006

Para estar bien...







Lejos,
donde te encuentras,
tu ausencia de mí te ignora y te silencia.

Tus palabras salen desde donde se extinguieron tus ganas de preguntar
y a pesar de que pareces querer decir algo
optas por ese silencio que te caracteriza y vuelvo a necesitarte
para estar sola, para estar bien.

Me estás dando vueltas
y no puedo evitar recordarte ausente,
como siempre.

Imagino tus palabras peleándose por salir
por invadir la realidad que te has inventado para no necesitarme,
para estar solo, para estar bien…

Cuando en realidad estas lejos
y esta distancia tampoco califica como solución.

No reconozco tus palabras
y ya no sé si me pertenecen,
no sé de dónde vienen,
tal vez fueron causadas por el silencio,
la única condición entre nosotros.

Tu ausencia es, entonces, la consecuencia de tu paso por mi vida.
Ya estabas ausente antes de llegar,
ya eras mi soledad y mi silencio,
ya eras esta distancia que ahora pone espacio entre nosotros
para ver si es correcto necesitarnos,
para estar solos, para estar bien.