jueves, julio 18, 2013

Frío

Imagino que no escuchas los latidos de mi corazón en medio de esta frío.

No es la sequedad de mi garganta la que me impide llamarte,
sino el saber que mis intentos de voz nunca sirvieron para nada,
que entre tú y yo sólo queda un muro de silencios que ya no dicen nada.

Era más fácil con la distancia,
la distancia estiraba el silencio hasta hacerme creer que se había perdido.

Pero ahora la distancia ha desaparecido y tu fantasma ronda por la ciudad, por la misma ciudad que hasta ayer era sólo mía.

Me da por pensar que tal vez quiero volver a buscarte,
pero el miedo es más fuerte que las ganas.

Temo que censures mis sentidos,
temo encontrarte y sentir un poco menos que tu mirada,
temo volver a enredarme en un recuerdo que para ti sea menos que nada.

De repente sé que estás aquí y sólo siento tu vacío,
me es imposible sentirte como sentí tu lejanía,
me es imposible sepultarte en el olvido,
aunque con tu recuerdo haya muerto tantas veces,
aunque mis huellas se hayan perdido al tratar de encontrarte.

Imagino que en esta tormenta de silencios para ti los míos se parecen a la nada.

Imagino que en medio de este frío yace congelada cualquier esperanza.