martes, abril 08, 2008

Ojalá pienses un poco en mí...


Ojalá pienses un poco en mí, si no es para otra cosa para darme permiso de pensar un poco en ti, para recordar las tardes que pasamos juntos y volver a sentir ese calor, para descongelar un poco el deseo, para sentir que todavía puedo sentir algo, aunque no te encuentre ni te tenga.

Ojalá pienses un poco en mí y no te arrepientas de nada, que recuerdes nuestras ganas grandes y pequeñas de romper con lo habitual y burlarnos del amor, que recuerdes cómo rompimos el tedio y nos creamos una ilusión, una excepción, un punto aparte, un paréntesis nuestro y de nadie más.

Ojalá pienses un poco en mí y cuando lo hagas sea con esa sonrisa traviesa, con esos ojos infantiles, con esa expresión inocente que acabó con mis barreras y me llevó a la tentación, con esa respiración que sentí en tu pecho, con el sabor de todo tu cuerpo.

Ojalá pienses un poco en mí aunque estés lejos y no estés solo, tal vez de vez en cuando necesites un respiro y te den ganas de pensar en mí, como a mí me dan ganas de pensar en ti, sobre todo cuando quiero inventar placer y creerlo, despertar en mi el deseo, si no es para otra cosa para saber que todavía no se apagan en mí esas ganas, aunque tengan que limitarse al recuerdo de una tarde cualquiera, de una ilusión cualquiera, de un calor cualquiera…

Ojalá pienses un poco en mí y algún día podamos reencontrarnos en un atardecer olvidado, porque más que cualquier ilusión tú fuiste la gran excepción de todas las reglas, por eso ahora se me da por llamarte amigo, aunque ya no sepa nada de ti y tu no quieras saber nada de mí.

(Mara)

sábado, abril 05, 2008

Paso los días...




Paso los días suspendida en el tiempo, esperando que la espera termine, que venga de repente uno de esos excesos y despierte mis ganas de sentir otra piel, que venga otra piel y me invite a descubrir nuevas formas del deseo y tal vez del amor. Tal vez termine el secreto, antes de que termine el deseo, antes de que llegue la costumbre y termine con cualquier esperanza.



Paso los días dando pasos en falso, procurando descubrir tu rastro, persiguiendo tu sombra, tratando de averiguar qué es lo que extraño de ti.


Paso los días escapando del miedo, tratando de no ser indiferente, disfrazando de cualquier cosa mis ganas de amar de nuevo.


Paso los días buscando nuevos rostros para mis demonios, tratando de pagar este silencio que ya no dice nada, esperando que algo me conmueva lo suficiente como para volver a llorar, lo suficiente como para transpirar, lo suficiente como para volver a suspirar alguna vez…


Paso los días suspendida en el tiempo, perdida en el espacio que se extiende entre mis polos, conviviendo con el frío y la distancia, esperando que la espera termine antes de que termine mi existencia.



(Mara)