miércoles, abril 10, 2019

Años luz

Necesitamos un nuevo parámetro para medir la distancia que nos separa, para borrar las palabras, los silencios que lo han destruido todo.

Todavía no entiendo cómo podemos estar tan cerca y ser tan extraños.

Conocernos hace tanto tiempo y seguir sin entendernos.

Querer tocarnos y no sentir nada, ser tan diferentes, tan ajenos.

Reconocer cada centímetro de nuestra piel a través del tiempo e ignorar estos dos corazones por completo. 

Casi no puedo recordar porqué te amé.

No es el tiempo lo que nos separa, son todas las intenciones que se pierden en el vacío (el tacto que no encuentra respuesta).

Lo que hay entre nosotros es una luz que se pierde en el vacío.

Es un agujero negro en el corazón de mis recuerdos.

Nos separa el abismo que existe entre lo que sentí por ti alguna vez, el tiempo, la distancia hasta aquí y el ahora. 

II 

Este es el punto de no retorno. 

No queda ya ni el rastro de tu destello, todo se pierde en el horizonte de los sucesos que nos trajeron aquí. 

Ni siquiera la luz puede escapar de la gravedad de este final. 

Nuestras intenciones arden en el vacío, ahí donde se han perdido nuestras ganas condenadas a la insatisfacción infinita.  

Nada se ha librado de este incendio, no nos queda nada que destruir o qué esperar. 

Así se abre espacio el silencio, el adiós.