Es querer estar contigo
y no poder quedarme a tu lado,
sentir que todo me aleja,
pensar que en el hoy puedo encontrar el ayer,
que puedo llegar a mañana.
Es verme en el espejo y encontrarte,
pretender que eres invencible,
y me ves desde donde estás,
que estás conmigo,
que me cuidas y me proteges.
Es contener las ganas de pensar en ti
y querer recordarte,
sentir que no puedo encontrarte
y evitar buscarte.
Es caminar cada día con tu amor sobre mi espalda,
saber que mientras tu existas no podré suspirar o estar triste,
no podré saltar.
Es pensar que no hay refugio que me salve de tu ausencia,
que nunca más habrá tanta luz, tanta esperanza.
Es imaginar que sonríes y cantas cuando no te veo,
que has guardado contigo nuestro último secreto.
Es buscar en tu mirada un rastro de lo que fuiste,
olvidar para siempre los ecos y el silencio,
recordar tus ojos, tus manos, tus brazos.
Es esperar el momento justo para dejar de extrañarte,
para descubrir tu legado y hacerte inmortal.
Es darme permiso de liberarme,
y dejarte ir,
creer que en este vacío puede volver a nacer la magia.
Es vivir sin miedo en el corazón y no tener fe,
es saber que te perderé algún día,
que en el hoy no puedo encontrar el ayer,
pero que sin ti puedo llegar a mañana.
Mara.
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