Me llamas, me buscas,
pero tu presencia me empuja a un abismo.
Sé que no puedo
meterme en tu corazón,
así que trato de
entrar en tu cabeza,
trato de entender
porqué me deseas
y me desprecias con
tanta intensidad.
Busco el calor de tu
sexo en la punta de tus dedos y no lo encuentro,
ahí sólo hay silencio,
ese silencio que se
repite constantemente en tu mirada.
Aún así, me gusta
tocarte como si fueras mío,
sentir tu piel entre
mis dedos
como quien regresa a
un lugar en el que nunca ha estado.
Algo me atrae hacia ti
pero ya no se siente como una cadena.
Cuando me miras ser
libre creo que lo entiendo todo.
Quieres encontrarme en
el lugar en que me dejaste,
pero ya no estoy ahí.
He aprendido a volar,
no puedes retenerme,
no puedes lastimarme.
No soy fácil de
encontrar,
siempre quiero estar
en otro lugar.
No soportas mis alas
pero quieres mi cuerpo,
no entiendes mi alma
pero buscas mi piel.
Me quieres en una
jaula y no sabes
que la jaula se ha
vuelto pájaro.
(Gracias por la inspiración Alejandra Pizarnik)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario